sábado, 31 de julio de 2010

MAS ALLA DE LO QUE SENTIMOS Y PERCIBIMOS: ARTICULO: ACERCA DE UNA ALTERACION DE LA PERCEPCIO...

MAS ALLA DE LO QUE SENTIMOS Y PERCIBIMOS: ARTICULO: ACERCA DE UNA ALTERACION DE LA PERCEPCIO...: "Resumen Basándonos en las concepciones de S. Freud y de D. Anzieu acerca de la función del Yo como barrera o envoltura protectora del aparat..."

http://www.psicologia-online.com/test/pf/index.html

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LO QUE CONSIDERAMOS DIFERENTE ENTRE SENSACION Y PERCEPCION

La sensación es el sentimiento que experimentamos como respuesta a la información recibida a través de nuestros órganos sensoriales y la percepción es la manera en que nuestro organismo organiza esos sentimientos para interpretarlos, que proviene de combinar las sensaciones con la memoria de experiencias sensoriales anteriores

Video de Percepcion

http://www.youtube.com/watch?v=koWeNRieX2I

LO QUE CONSIDERAMOS DIFERENTE ENTRE SENSACION Y PERCEPCION

La percepcion es el medio por el cual recibimos e interpretamos una informacion dada por un medio determinado.
La sensacion es la recepcion de los datos o estimulos, para darle un significado o percepcion.

ARTICULO: ACERCA DE UNA ALTERACION DE LA PERCEPCION EN EL DUELO Y OTRAS PATOLOGIAS

Resumen

Basándonos en las concepciones de S. Freud y de D. Anzieu acerca de la función del Yo como barrera o envoltura protectora del aparato psíquico (Yo-piel), proponemos una serie de alteraciones de la percepción que acontecen no sólo en las psicosis, sino también en las neurosis y en sujetos normales afectados por una situación de duelo. Estas anomalías perceptivas ten drían que ver con una pérdida, de intensidad y duración variable según la patología de que se trate, de dicha función de barrera del Yo. La consideración de estos trastornos perceptivos puede tener consecuencias en el enfoque clínico y terapéutico del paciente.
Palabras clave: Yo-piel. Función de barrera del Yo.

Alteraciones de la percepción.

ORIGINALES Y REVISIONES

Acerca de una alteración de la percepción en el duelo y en otras patologías

E. GARCÍA CASTRO*, G. LUCAS CARBONERO**

Psiquiatra, MIR Psiquiatría

Centro de Salud Mental de Usera. Área 11. MadridParole chiave: lo-pelle. Funzione di barriera dell’lo.
En el presente trabajo abordamos una clase de alteraciones de la percepción que acontecen en las situaciones de duelo y en otros campos de la psicopatología.
Partimos de las teorizaciones de S. Freud y de D.
Anzieu, quienes consideran de suma importancia la función del Yo como barrera o como una envoltura, tal
y como este último autor desarrolla en su original concepción del Yo-Piel. Partimos de la hipótesis de que durante el trabajo de duelo, así como en otras situaciones, puede perderse momentáneamente o modificarse esta función yoica de envoltura o barrera protectora, lo cual puede incidir en modificaciones de la percepción notables, aun fuera del campo de las psicosis.

Se trata de una elaboración teórica, pero de aplicación clínica, que esperamos pueda aportar una riqueza a la
comprensión de la psicopatología y que aspira a incorporar corrientes psicoanalíticas y fenomenológicas. Va
a requerir, como es evidente, de ulteriores trabajos clínicos, que vengan a confirmar o refutar lo que aquí
avanzamos.

Introducción

Ha quedado establecido el Yo como la parte del aparato mental que tiene la función de mediación entre la experiencias de la realidad, la presión de las pulsiones del Ello, los postulados del Super-Yo y sus propios intereses; sirve como órgano específico de adaptación y controla el aparato perceptivo y la motilidad y sus
funciones principales son el pensamiento, la percepción y la acción.
S. Freud y M. Klein sitúan el origen del Yo a partir de una matriz común del Yo y el Ello; “El Yo es una parte del Ello modificada por las influencias del mundo exterior”, dice Freud. Por su parte, M. Klein describe cuatro funciones básicas del Yo: 1) la experiencia de la ansiedad y las defensas contra la misma; 2) los procesos de introyección y proyección; 3) las relaciones de objeto y 4) las funciones de integración y síntesis.
Es conocido que para M. Klein la interiorización del “buen objeto interno” constituye la base del crecimiento de un Yo integrador, [... es por la historia de la relación con sus objetos que el Yo constituye la suya propia"
En “Más allá del principio del placer”, Freud describe la función del aparato perceptivo del Yo como “...protección contra cantidades excesivas de excitación”, insistiendo en su función de barrera, “...para el organismo vivo la defensa contra las excitaciones es una labor casi más importante que la recepción de las mismas” En 1927, aclara aún más el origen corpóreo que para él tiene el Yo: “El Yo se deriva, en último término, de las sensaciones corporales, principalmente de aquellas producidas en la superficie del cuerpo. Por lo que puede considerarse al Yo como una proyección mental de dicha superficie y que[...] corresponde a la superficie del aparato mental”
Siguiendo esta línea se encuentra la genial aportación de D. Anzieu, el Yo-Piel, donde considera al Yo como
una envoltura psíquica que actúa como una frontera permeable Mundo Interno-Mundo Externo, privilegiando el autor, por tanto, la percepción táctil en la conformación del Yo. Cumple la función de mantenimiento del psiquismo, una función “continente”. Según el autor, “... el Yo hereda la doble posibilidad de establecer barreras y de filtrar los intercambios...”
Sírvannos estos antecedentes para decir, de acuerdo con Anzieu, que este Yo-Piel temprano tendría la capacidad desde el nacimiento para incorporar los objetos primordiales en su entramado, incorporación predominantemente táctil, por parte de un Yo ávido de objetos, quedando dinámicamente estructurados, al igual que en la propia biología la piel está conformada por diversas estructuras celulares en continuo crecimiento y renovación.
Siguiendo con este paralelismo biológico, “Toda función psíquica se desarrolla apoyándose en una función corporal”, dice Anzieu, podríamos comparar al Yo con un entramado celular (objetal) dinámico y de una complejidad creciente a lo largo de todo el desarrollo infantil, y cuyo resultado final dependerá tanto de factores genéticamente determinados, la capacidad del Yo primitivo para retener y asimilar objetos; como de factores ambientales, la capacidad del objeto externo real para ser incorporado eficazmente.
Utilizaremos este modelo para proponer diversas teorías concernientes a la psicopatología y, en particular, a la psicopatología de la percepción en el duelo, considerando que, en tales casos, se producen alteraciones del Yo-Piel y de sus funciones de filtro y barrera, conllevando, por tanto, modificaciones en la percepción de la realidad.

Psiquiatría Pública. Vol. 10. Núm. 4. Julio-Agosto 1998

Percepción de la realidad en el duelo

La pérdida objetal lleva asociado un aumento en la permeabilidad del Yo-Piel alterando muy particularmente, a nuestro entender, un aspecto en la percepción de la realidad: la llamada “Percepción de lo familiar” Parece como si, en condiciones de homeostasis, el Yo inviste los objetos externos familiares produciendo un entorno perceptivo estable, realizando una función de barrera o modulación de la realidad, como ya señalamos anteriormente.
Hasta tal punto considera Jaspers importante la percepción de la realidad, que dice de ésta que “está en la conciencia como experiencia originaria de la existencia...”, hablando de la extrañeza del mundo de la percepción, algo semejante a lo que nosotros proponemos que sucede en la situación de duelo. Tomando su concepto de lo real, “...lo que ofrece resistencia, en el sentido de que estrellarse en la resistencia significa una experiencia de la realidad...”, parece como si el Yo opusiera menor resistencia frente a lo familiar (se estrella menos en la resistencia), cumpliendo así su papel de reducción de la excitación proveniente del exterior, función que, en el caso de la situación de duelo, queda, al menos momentáneamente, suspendida.
De manera que, cuando acontece la pérdida objetal, el Yo-Piel queda desprovisto de su organización previa, volviéndose más permeable ante ese incremento de la excitación proveniente de la realidad exterior, la percepción de la realidad se modifica, particularmente el investimiento de lo familiar, de forma que la pérdida objetal arrastra una pérdida proporcional del investimiento de lo familiar, el Yo-Piel se desorganiza y lo familiar, súbitamente deja de serlo.
Una experiencia común en nuestra vida cotidiana es observar cómo el Yo reacciona ante una pérdida (o amenaza de pérdida) reparable, acentuando la percepción de aquéllo que le falta, lo cual deja de ser familiar
e inadvertido (se percibe más lo que se necesita, aunque siempre haya estado ahí).
Cuando la pérdida es brutal e irreparable, la alteración perceptiva puede ser extrema e irreversible, apareciendo una nueva realidad totalmente desinvestida de lo familiar y de una intensidad traumática (un verdadero“despellejamiento: del Yo-Piel), que obliga al Yo a un esfuerzo de reorganización mucho mayor, conduciendo, como Freud señaló, a una inicial introversión de la líbido a la espera de un nuevo investimiento objetal interno y externo, a la aparición de un nuevo Yo-Piel. Podemos citar, como ejemplo, la conocida dificultad para entrar en el domicilio familiar después de la pérdida del cónyuge.

Algunas aplicaciones enpsicopatología

Ampliando al terreno de la psicopatología, podemosencontrar también una base para las graves alteraciones perceptivas de las psicosis y trastornos border-line en los importantes desarreglos estructurales yoicos, tal como señala Anzieu y también desarrolla Bion, encontrándonos con un Yo-Piel claramente insuficiente desde el origen para cumplir su doble función de barrera protectora y, a la vez, permeable, permitiendo groseras y violentas expulsiones (proyecciones) de partes del mundo interno, las cuales parasitan la percepción de la realidad (“objetos bizarros” de Bion), o bien someten al Yo a un tumulto de percepciones intolerables; ni la realidad externa ni lo familiar llegan a establecerse.
Por contraste, en el caso de la melancolía se produce un estado duradero de introversión de la líbido y empobrecimiento del Yo, que puede estar en relación con una vivencia traumática de la realidad por una incapacidad pura para reinvestir objetos nuevos (falta de flexibilidad del Yo-Piel).
La llamada “paranoia del emigrante” es otro ejemplo clínico interesante al presentar un desencadenamiento de síntomas psicóticos agudos relacionados, por un lado, con una situación de duelo por pérdida de objetos
y, por otro, con la pérdida de investimiento de lo familiar (por el cambio geográfico, en este caso), este doble efecto traumático sobre el Yo obra verdaderos “agujeros” en su estructura, perdiendo momentáneamente la prueba de realidad y desencadenando defensas proyectivas. Sin llegar a la psicosis, cualquier emigrante percibe con frecuencia objetos o personas extrañas como si fueran conocidas, haciéndonos ver la función protectora que la percepción de familiaridad tiene para el Yo (necesidad de lo familiar). También en las neurosis, particularmente en las fobias, podemos encontrar una alteración del Yo-Piel por una especie de “labilidad” en el mismo, que altera de forma inesperada la percepción de lo familiar, dando lugar a las vivencias de despersonalización y desrealización, como si el fóbico se viera sometido al temor de una catástrofe inminente e inesperada de pérdida objetal, tal y como señalamos para el duelo agudo. Y, por último, los fenómenos del “déjà vu”, “déjà connu”, “déjà entendu” y sus paralelos “jamais vu”,
“jamais connu” y “jamais entendu”, que no son otra cosa que trastornos de la percepción de lo familiar, pueden corresponder a alteraciones del Yo-Piel que, al igual que en las fobias, son agudos y reversibles.
Para concluir, aportaremos algunas indicaciones terapéuticas. Queda claro que en las psicosis existe una grave alteración estructural que afecta al Yo y a sus Originales y revisiones. Acerca de una alteración de la percepción en el duelo y en otras patologías 231 31funciones, entre ellas la función de barrera, que hemos
citado; esta alteración, particularmente en la esquizofrenia, es de naturaleza crónica e irreversible y sólo va a ser paliada con la ayuda de los fármacos antipsicóticos y de las técnicas psicoterapéuticas y rehabilitadoras
(de particular importancia las técnicas corporales), que tienden a corregir el tumulto perceptivo del psicótico y a incrementar la función de barrera del Yo. En el caso de las neurosis, las técnicas psicoterapéuticas habituales, aun desde perspectivas teóricas diferentes, pretenden una reducción de la tensión pulsional, amenazante para el Yo (las de inspiración psicoanalítica), o bien una reeducación y reforzamiento del Yo (las conductuales), buscando una mejora de la función de barrera y una reducción de los síntomas.
Cuando se trata de una situación de duelo no complicado en una personalidad previamente adaptada, deberemos tener en cuenta que la desestructuración yoica va a ser un proceso reversible, tendiendo espontáneamente a una nueva reorganización del Yo en todas sus funciones, incluida la de barrera; por lo tanto, se impone una actitud expectante, de soporte y tolerancia frente a los síntomas, mientras el sujeto va poco a poco pudiendo organizar un nuevo entorno perceptivo, creando una nueva piel protectora.
Reducir la psicopatología a alteraciones del Yo-Piel sería un absurdo que no pretendemos en absoluto.
Bástenos la satisfacción de aportar una visión que esperamos sea esclarecedora y sugerente en algún sentido,
con la única finalidad de una mayor y mejor comprensión de nuestros pacientes.

Conclusiones

En resumen, venimos a proponer en nuestro trabajo:

- Que pacientes neuróticos y aquellos otros “normales” envueltos en una situación de duelo pueden presentar
alteraciones en la percepción de la realidad, si bien no tan groseras y evidentes como en las psicosis, pero
de una importancia significativa para su comprensión.

- Que dicha alteración perceptiva tiene como origen la desestructuración momentánea de la función yoica de
barrera (Yo-Piel) que tiene lugar con ocasión de la situación de duelo, modificando la percepción de lo familiar, a veces de manera drástica, y obligando al sujeto a una nueva reorganización.

- Que la citada desestructuración y reestructuración del Yo-Piel, tanto en el duelo como en otras patologías,
puede alertarnos acerca del proceso interno del paciente y, asimismo, orientarnos en nuestra más importante tarea, en definitiva, la terapéutica.

Bibliografía

1. Hartman H, Kris E, Loewenstein RH. Comentarios sobre la for-

mación de la estructura psíquica. Psychoanal Study Child

1946;2:14-15.

2. Freud S. El Yo y el Ello. Obras completas de Sigmund Freud.

Madrid: Biblioteca Nueva, 1981;2704-2710.

3. Klein M. Obras completas de Melanie Klein. Barcelona: Paidós,

1987.

4. Freud S. Más allá del Principio del Placer. Obras completas de

Sigmund Freud. Madrid: Biblioteca Nueva, 1981;2517-2523.

5. Anzieu D. El Yo-Piel. Madrid: Biblioteca Nueva, 1994;47-55.

6. Sims A. Symptoms in the mind: an introduction to descriptive

psychopathology. London: Baillière Tindall, 1988.

7. Jaspers K. Psicopatología general. Buenos Aires: Beta, 1966.

8. Freud S. Duelo y melancolía. Obras completas de Sigmund

Freud. Madrid: Biblioteca Nueva, 1981;2091-2100.

9. Bion WR. Volver a pensar. Buenos Aires: Lumen-Hormè, 1996.

Psiquiatría Pública. Vol. 10. Núm. 4. Julio-Agosto 1998 32 232

Patologias de la Percepción

HIPOACÚSIA


Definicion: Es una disminución de la capacidad auditiva.

Se caracteriza por tres factores:
  • la intensidad (leve o moderada)
  • la lateralidad (uni o bilateral)
  • la precocidad (edad o aparación)
Algunas variantes típicas de esta enfermedad se conocen por términos mas comunes.

la cofosis: (hipoacúsia completa, uni o bilateral)
la sordera: (hipoacúsia completa biltarela)

Tipos de Hipoacúsias.


  • Hipoacúsia Conductiva o de transmisión: Cuando existe un obstáculo en el mecanismo de transmisión del oído (bien en el conducto auditivo externo, la membrana timpánica o la cadena osicular), pero el oído interno no se encuentra dañado.

  • Hipoacúsia Neurosensorial o de percepción: En este caso el sonido llega hasta el órgano de Corti perfectamente, y el problema se encuentra en el   oído interno.

  • Hipoacúsia Mixta: En realidad no es un tipo diferente de hipoacúsia, sino una hipoacúsia en la que participan, en proporción variable, los dos tipos de hipoacúsia vistos anteriormente. La mayor parte de las hipoacúsias son mixtas, pues tienen parte de ambas.


 ACÚFENOS


También llamados tinnitus o zumbidos del oído, son percepciones sonoras que aparecen en ausencia de estímulo sonoro exterior.
Pueden ser de frecuencias agudas (pitidos) o graves (zumbidos), temporales (se suelen apreciar más por la noche, pues es menor el ruido ambiental) o permanentes, presentarse de forma aislada o acompañando a múltiples enfermedades, tanto del oído externo, medio o interno.
Tipos de Acúfenos.

Acúfenos objetivos: Pueden ser percibidos mediante auscultación por personas ajenas al paciente. Surgen como consecuencia de un fenómeno vibratorio de origen craneocervical, y en principio se deben a problemas de origen vascular y muscular. Si se logra identificar la causa y eliminarla, el acúfeno desaparece.

Acúfenos subjetivos: Sólo son percibidos por la persona que los padece. Si aparecen como síntoma acompañante de otra enfermedad otológica, su importancia queda relegada a un segundo plano, pero si aparecen como síntoma aislado, la determinación de la causa suele resultar bastante complicada (se puede asociar a trastornos circulatorios, factores metabólicos, fenómenos de tipo reflejo, causas psíquicas,...) y suelen tener difícil solución.

TRANSTORNO LIMITE DE LA PERSONALIDAD O TRANSTORNO BORDERLINE

El trastorno límite de la personalidad, o borderline, también llamado limítrofe o fronterizo, abreviado como TLP, es actualmente definido por el DSM-IV (DSM-IV 301.83 ) como un trastorno de la personalidad que se caracteriza primariamente por desregulación emocional, pensamiento extremadamente polarizado y relaciones interpersonales caóticas. El perfil global del trastorno también incluye típicamente una inestabilidad generalizada del estado de ánimo, de la autoimagen y de la conducta, así como del sentido de identidad, que puede llevar a periodos de disociación. Se incluye dentro del grupo B de trastornos de la personalidad, los llamados "dramático-emocionales". Es, con mucho, el más común de los trastornos de la personalidad.


El término borderline para referirse al trastorno está ampliamente extendido, incluso fuera del mundo anglosajón. Las razones son de índole histórica, debido a la popularización del concepto en psiquiatría por C. H. Hughes y posterior adopción por el psicoanalista Adolph Stern en 1938 para caracterizar afecciones psiquiátricas que superaban la neurosis pero que no alcanzaban la psicosis (muchos autores califican los síntomas del TLP como pseudopsicóticos). Bajo esta concepción se establecía un continuo gradual entre uno y otro extremo, situándose el trastorno en el "límite".


TRANSTORNO DE LA INTENSIDAD


Existiría un fracaso de los mecanismos reguladores del umbral sensitivo. Puede alterarse tanto en sentido positivo como negativo.

En sentido positivo, tendríamos la hiperestesia o percepción acentuada: sería el aumento extraordinario de intensidad de captación de la percepción. Aparece en numerosos procesos (migraña, estados tóxicos como la resaca tras la ingesta de alcohol, depresión,...). En estos casos no hay una mejoría en la percepción sino que existe una disminución para el umbral de dolor en el que una sensación pasa a ser molesta (Ej.: sonidos, luces,...). En otras ocasiones, como las experiencias de éxtasis, puede aparecer una hiperestesia visual: los colores parecen más intensos o vívidos. Pueden suceder en las intoxicaciones con LSD, en la manía y, menos habitualmente, en el aura epiléptica.
En el sentido negativo estaría la hipoestesia o percepción embotada: por el contrario, aquí habría una reducción de la intensidad de captación del mundo de las percepciones, pudiendo llegar en su máxima expresión a la anestesia. Existen hipoestesias orgánicas, por lesiones de las vías u órganos sensoriales, y psicógenas. Nos vamos a referir a estas últimas. Algunos enfermos neuróticos son incapaces de captar determinadas informaciones sensoriales. También se pueden inducir mediante sugestiones hipnóticas a sujetos susceptibles de la población general. Añadamos que siempre que se dé una focalización de la atención hacia un determinado objeto del campo de la conciencia, éste suele hacerse hiperestésico mientras que el resto de objetos se convierten en hipoestésicos. Así se comprende que un soldado apenas sienta el dolor de las heridas mientras se encuentra luchando, pero aparezca en toda su intensidad cuando cesa la batalla. Está descrita la hipoalgesia en los esquizofrénicos. En general, toda la gama sensorial suele estar disminuida en las depresiones: todo se vuelve gris, insípido, monótono

LO QUE CONSIDERAMOS DIFERENTE ENTRE SENSACION Y PERCEPCION

La sensacion es el medio por el que recibimos informacion o tenemos contacto con el mundo exterior, y percepcion es el proceso mediante el cual se interpreta la informacion, recibida por los sentidos para lograr un concepto o interiorizacion que asumiremos como realidad subjetiva.

LO QUE CONSIDERAMOS DIFERENTE ENTRE SENSACIÓN Y PERCEPCIÓN

La sensacion es la forma en que podemos captar o recibir los estimulos que nos brinda el entorno y la realidad a traves de nuestros sentidos y la percepcion es la interpretacion que le damos a estos estimulos, para mi es la forma en que esa informacion que nos brindan nuestros sentidos es conceptualizada en nosotros, creandonos ideas, conceptos y de esta forma exteriorizar, nuestras sensaciones o sentimientos.